Haciendo un
pequeño repaso en la bibliografía sobre Teoría del Estado, me topé una vez más
con este hecho. Sin demasiado esmero reparé de nuevo en una teoría explicativa
muy concurrida que muestra, bien de manera sucinta, o bien como punto de fuga
de una auténtica teoría, cómo el siglo confesional -recordemos, siglo XVI- y su
sucesor, el XVII, plagado de guerras de religión, marcó un impasse
político-social al determinar que los nacientes Estados modernos contemplaran
la religión de una manera distinta; contemplación que definiría la sociedad y
el devenir presente de aquellos Estados toda vez que, como ya hemos dicho, la
religión de la primera edad moderna, y buena parte de la segunda, fue la
variable independiente de todo el conglomerado político y social.
Esta teoría, de
obligado conocimiento para el estudio de la política y defendida y divulgada
por muchos, entre ellos, Pérez Reverte, quien la recuerda, entre otros momentos,
en una entrevista más que recomendable con Iñaki Gabilondo, defiende que
aquellos Estados que “abrazaron” el protestantismo fueron los primeros en
alcanzar el liberalismo. Dicho de otra manera: los primeros países en asentarse
como liberales, en términos económicos primero, y en política después, fueron
aquellos que, cuando tuvieron que elegir, eligieron ser tolerantes -en el
sentido que la palabra tenía en el siglo XVII- y saludaron el protestantismo
como una manera de independizarse de la mano política romana. Los tiempos de
la reforma fueron tan potentes que marcaron el devenir histórico de occidente
hasta tal grado que crearon la crisis de conciencia que determinó el
siglo XVIII.
Martín Lutero, 1483-1546 |
Al margen del
ideario nacionalista alemán, ¿qué hizo Martín Luthero? La reforma no fue sino
una reestructuración de las relaciones que el creyente debía tener con Dios, o
debía creer tener con él. El profesor de Biblia de Turingia no fue innovador en
sí mismo, toda vez que las llamadas a romper con la obediencia al heredero de
San Pedro provienen de momentos tan alejados como el siglo XIV en el corazón de
la Inglaterra medieval. Lo que es innegable es que Luthero fue el adalid de estas
nuevas maneras, aunque no le pondría nombre.
¿Contra qué se
levantaron Wycliff y Lutero? Es muy difícil resumir en un pequeño artículo como
este lo que significaba el poder de Roma por aquel entonces. Pero voy a
intentarlo. Para ello, para corrompernos como Dios manda, tenemos que
olvidarnos de la concepción religiosa que manejamos como habitantes del primer
mundo del siglo XXI y empezar con conceptos técnicos y empíricos.
John Wycliff, 1331-1384 |
¿Recordáis el
sintagma de religión como variable independiente? Al igual que en otras
muchas disciplinas, la Historia y la Ciencia Política utilizan la estadística
de manera más o menos asidua. A este nivel explicativo, como elemento básico
para introducirnos en este mundo, después de explicar qué son las variables y
los ejes de coordenadas, se dan una serie de definiciones. Entre ellas, las variables,
que pueden ser dependientes o independientes,
siendo la dependiente aquella variable que es, eso, variable y dinámica; y la
independiente aquella que es estática y hace variar a la dependiente. En este
caso, y como punto de partida, llegamos a la primera hipótesis: la política era
la variable dependiente de la religión, la independiente. O sea, que la
religión no sólo era el principio de autoridad social por antonomasia
sino que, como tal, era el elemento legitimador de toda política. Ergo: el
heredero de San Pedro determinaría, mediante su justificación, la legitimación
de todo poder y acción política: toda vez que los gobernantes mantuvieran el
apoyo de los poderosos estos no dejarían caer la espada de Damocles; estos
sostenían la espada a modo de reconocimiento del poder del gobernante, el cual
estaba reconocido por un correcto sistema colocación basado en la guerra, en
leyes de sucesión -que fueron apareciendo en la plena edad media- y, como no
podía ser de otra manera, en el origen divino del poder; si el Papado no reconocía,
o retiraba el reconocimiento, los señores tenían un motivo de peso para dejar caer la espada.Esto también se
llama principio de autoridad.
Con la sociedad pasaba algo similar. La
iglesia inauguró el siglo XVI siendo dueña y señora del mundo europeo
controlando las consciencias de todo un mundo, el cual debía plegarse ante ella
en tanto que portadora de la autoridad divina. Su condición como poder político
llevó a la perversión de la que ya avisaría San Agustín y su dominio fue tan
pleno que terminará levantando resquemores y, en definitiva, en el proceso de
reforma.
Es imposible sintetizar todo este proceso en pocas páginas pero, para que nos hagamos una idea del hartazgo, además de jugar con la cultura general pertinente que nos permite imaginar cómo es el dominio de un monopolio político, lo ilustraremos con lo que según la tradición histórica fue la gota de colmó el vaso y llevó a Luthero, un profesor de Biblia muy metido en el credo, a levantarse intelectualmente contra el conglomerado romano. La construcción de la Basílica de San Pedro del Vaticano generó, como hoy en día, problemas de financiación que León X y Johann Tetzel solucionaron con un eslogan: Cada vez que una moneda suena en el cofre un alma sale del purgatorio. Y, efectivamente, colocaron un cofre allí donde podían y donde cada creyente que quisiera o pudiera, podría sacar del purgatorio a su ser querido y, a cambio, la iglesia no paga IBI y podría hacer su nuevo santuario. La cronología nos indica que más o menos al mismo tiempo que salió esta campaña de financiación, Luthero comenzó a protestar.
Es imposible sintetizar todo este proceso en pocas páginas pero, para que nos hagamos una idea del hartazgo, además de jugar con la cultura general pertinente que nos permite imaginar cómo es el dominio de un monopolio político, lo ilustraremos con lo que según la tradición histórica fue la gota de colmó el vaso y llevó a Luthero, un profesor de Biblia muy metido en el credo, a levantarse intelectualmente contra el conglomerado romano. La construcción de la Basílica de San Pedro del Vaticano generó, como hoy en día, problemas de financiación que León X y Johann Tetzel solucionaron con un eslogan: Cada vez que una moneda suena en el cofre un alma sale del purgatorio. Y, efectivamente, colocaron un cofre allí donde podían y donde cada creyente que quisiera o pudiera, podría sacar del purgatorio a su ser querido y, a cambio, la iglesia no paga IBI y podría hacer su nuevo santuario. La cronología nos indica que más o menos al mismo tiempo que salió esta campaña de financiación, Luthero comenzó a protestar.
Johan Tetzel, 1465-1519 |
Hemos llegado al punto álgido: ¿qué fue la reforma y
por qué se dice que fomentó el liberalismo? La jerarquía eclesiástica, que poco
tardará en afirmarse como “católico” en el sentido que le damos hoy en día,
promulgaba, haciendo una interpretación reducida, que la relación entre el
individuo y Dios debía llevarse a cabo empleando la mediación de la iglesia. El
papado no sólo se vistió a sí mismo como el heredero de San Pedro, portador de
la tarea de fundar y dirigir la iglesia, obra encomendada por el mismísmo
Jesucristo (Mat.16:18), si no que, además, una vez cayó el Imperio, el obispo
de Roma, el principal de la nueva iglesia, toda vez que el era el representante
de esta en la capital, quedó como el único organismo de poder en el caos
generado conforme el imperio se desintegraba. El poder moral y el
reconocimiento otorgado al obispo de Roma, unido a ser la única autoridad
heredera de imperio, le valió el puesto de reconocimiento político, además de
religioso, del que no se desprendió. El poder terrenal que la iglesia fue
acumulando a lo largo de la edad media fue generando discrepancias en
diferentes partes de Europa que criticaban fuertemente cómo el poder acumulado
había diluido su principal potestad de protección del poder espiritual y se
había convertido en un poder político opresor, monopolista y aliado de los
otros poderes laicos.
León X, Papa entre 1513-1521 |
La reforma se
levantó contra todo esto. La perversión espiritual que había alcanzado la
iglesia resultaba cuando menos inaceptable y no faltaron movimientos críticos
hacia ella que encontraron en Luthero la voz que más gritaba. Sin entrar a
considerar si clavó o no las 95 tesis a las indulgencias en la puerta de
la catedral de Wittenberg en 1917 -cosa que seguramente no ocurrió-, lo cierto
es que comenzó el movimiento de “independencia” del creyente con respecto a
Roma. Entendiendo que los justos viven por la fe y que Dios es, eso,
Dios, una institución como la jerarquía eclesiástica no es en absoluto
necesaria para que el individuo se relacione con Dios. El perdón, la oración, o
las buenas acciones se llevan adelante por la vía del mismo individuo, basado
en la educación en una comunidad de creyentes donde aprenderá la Biblia no
manipulada por siglos de traducciones por juristas que no hicieron si no
amoldarla a sus prioridades políticas y que el perdón, la entrada en el cielo o
en el infierno, dependerá de nuestras acciones que serán juzgadas en el momento
de morir.
Ya podemos
imaginar que eliminar estas competencias suponía terminar con el alto grado de
control social que practicaba la iglesia cuando confesaba, lanzaba sus
homilías, se financiaba. El protestantismo, tal como se denominó después de que
sus defensores se levantaran en 1530 en la Dieta de Espira, suponía un cambio
de mentalidad enorme que liberaba el individuo y le obligaba a controlar por sí
mismo la relación que mantuviera con Dios de manera individual sin que hicieran
falta sacerdotes, votos, homilías y confesiones. Suponía que el individuo se
independiza de la jerarquía eclesiástica, que empieza a ver la religión
centrada en la comunidad de creyentes de su pueblo o aldea más cercana y supone
que el poder de Roma, el gran poder, perdía gran parte de sus competencias.
Y
efectivamente, esta independencia social también fue bien vista por muchos
príncipes alemanes que vieron en este nuevo movimiento una manera de
independizar su fuerza política de los lazos de Roma. ¿Cómo afectó esto a la
política del momento y de las décadas venideras? Lo dejamos para el siguiente
post, que si no, se hace muy largo.